Inspirado por el Día de la Madre, en este artículo compartiré contigo recuerdos de mi madre, acompañados de algunas anécdotas que nunca olvidaré. Juntos hemos atravesado muchas travesías, las que recordamos con humor y han contribuido a moldear la persona que soy hoy en día.
Mis ahorros
Desde que era niño, solía ahorrar mis monedas con la esperanza de comprar la armadura de Libra de Saint Seiya, un sueño que nunca llegué a cumplir, pero con el tiempo dejé de anhelar al tener otras prioridades.
Un día, al regresar de la escuela, descubrí que mi alcancía estaba vacía; había sido víctima de un robo, pero jamás sospeché que mi madre había sido la responsable de utilizar mis pocos ahorros para comprar tijeras para cortar el cabello.
Cuando mi madre me lo explicó, no dudé en decirle que no necesitaba justificarse. A cambio, decidí nunca más ir a la peluquería cuando ella estuviera presente. De hecho, me encantaba tanto su estilo de corte que con el tiempo le regalé unas tijeras de mejor calidad, además debo mencionar con orgullo que fui el conejillo de indias con el cual mi madre practicó.
Mi vida secreta
Durante mis años universitarios, mi madre trabajaba largas jornadas mientras yo asistía a clases después de mi trabajo, lo que significaba que apenas coincidíamos en el desayuno y en las noches en casa. Era un período bastante agitado, por así decirlo.
Un día, cuando mi madre llegó a casa, no me encontró allí, solo halló algunos indicios de que había tomado una ducha y comido algo. No había dejado ni una nota ni un mensaje de texto avisando a dónde iba, lo que empezó a preocuparla.
Ya entrada la medianoche, mi madre decidió salir a buscar un teléfono público para contactarme. Después de muchos intentos, finalmente logró que respondiera. Yo no podía articular frases coherentes, lo que llevó a mi madre a pensar que tal vez me había involucrado en el alcohol y malas costumbres. Sin embargo, finalmente logré explicarle que en realidad estaba durmiendo en mi cama, ya que me había amanecido terminando un trabajo de la universidad.
No te vayas mamá
Antes de ingresar a la universidad, mi madre consideraba la posibilidad de ir al extranjero a trabajar para enviarme dinero y apoyarme con mis estudios. Esta era una situación común que muchas familias enfrentaban. Sin embargo, algo en mi interior me decía que, en nuestro caso, esa no era la mejor opción.
Un día, mi madre me planteó directamente la idea. Me preguntó si me parecía bien que ella se fuera a otro país a trabajar y enviarme dinero para mis estudios. Después de pensarlo por un momento, le respondí que no lo hiciera, con la frase “Madre eres el motor de mi vida”, y sentía que yo también podía trabajar si era necesario. Fue así como logré convencerla de quedarse, una decisión por la que siempre estaré agradecido.
Mi revancha
Cuando mi madre y yo enfrentamos tiempos económicos difíciles, decidimos abrir una peluquería. Después de la universidad, solía visitarla y podía notar su rostro lleno de frustración por la falta de clientes.
Lamentablemente, tuvimos que cerrar el negocio, y personalmente me quedé con un sabor amargo porque sentía que no podía hacer mucho para ayudar en nuestro emprendimiento. Afortunadamente, tanto mi madre como yo encontramos otros trabajos eventualmente para cubrir nuestras cuentas.
Muchos años después, al regresar de Alemania, mi madre se encontró nuevamente sin trabajo. Debido a su edad, no era fácil encontrar otros empleos. Sin embargo, esta vez pude hacerme cargo. Con un poco de creatividad y paciencia, le ayudé a crear una tienda en línea donde ahora trabaja cómodamente. Esta oportunidad significa una especie de revancha para mí, una forma de compensar lo que sentía que no pude hacer en el pasado.
Conclusión
Ahora, como el adulto responsable que intento ser, he tenido el placer de cuidar y consentir a mi madre, especialmente durante momentos difíciles cuando estaba en Perú. No me cansaré de hacerlo, porque sé más que nadie todo lo que ha pasado y todo lo que ha sacrificado por mí. Gracias por ser mi madre en esta vida.
Me gustó, muy linda historia, sigue adelante como persona y profesional que eres, Dios te cuide y bendiga siempre.
Muchas gracias madrecita linda.. le pondré ganas a todo, te quiero… =)