Como el adulto responsable que intento ser, sabía que llegaría el momento inevitable de presentar la declaración de impuestos en Alemania. En este artículo, compartiré mi experiencia y los desafíos que enfrenté para lograrlo.
DISCLAIMER
En este artículo, compartiré mi experiencia relacionada con el reembolso de impuestos, pero debo aclarar que mi situación puede diferir de la de otras personas. Por ejemplo, no se aplica a aquellos registrados como autónomos o que trabajan a tiempo completo. En mi caso, trabajé como practicante a medio tiempo en una empresa.
LA DECISIÓN
En mi perspectiva, entre los temas cotidianos en Alemania, además del clima y el trabajo, se encuentra la declaración de impuestos. Desde el principio, sabía que era obligatorio una vez que trabajara a tiempo completo en Alemania (puedes encontrar más información en www.eu-gleichbehandlungsstelle.de).
Sin embargo, como estudiante y debido a las pocas horas que trabajé durante mis prácticas, no tenía la obligación de hacer la declaración, algo que ya había verificado previamente. A pesar de ello, cuando escuché que podría recibir al menos 50 euros, pensé: ¿Quién te regala 50 euros hoy en día? Por eso, decidí llevar a cabo la declaración de impuestos.
Ya había tomado una decisión, la cual se vio reforzada después de escuchar un podcast sobre este tema. Sin embargo, al investigar más, me sorprendí al descubrir que existen diversas opciones para realizar la declaración, algunas más complicadas que otras.
EL BENDITO REGISTRO
Antes de comenzar a ver las opciones a elegir, debía darme de alta en el Portal Elster (Portal de declaración electrónica de impuestos), con cuyo registro podría enviar mi formulario a través de diferentes servicios de declaración de impuestos.
En mi caso el problema radicó en que al registrarme recibí dos cartas, una para verificar mi cuenta y otra para verificar el proceso de obtención del registro de pagos, este último tenía una fecha límite, de la cual no me percaté, por lo que tuve que volver a solicitar la clave y volver a esperar nuevamente un poco más de una semana.
LAS OPCIONES
Existen diversas opciones disponibles, como aplicaciones, plataformas en línea y servicios profesionales, que pueden ayudarte a resolver el tema de los impuestos a cambio de una tarifa o un porcentaje del reembolso. Aunque estas opciones pueden aliviar la carga, personalmente prefiero el enfoque de “hazlo tú mismo”. Por eso, decidí adquirir el software Taxman por aproximadamente 20 euros, el cual en teoría es fácil de usar y permite dos usos.
Consideré también el uso de aplicaciones móviles, pero me desanimó encontrarme con términos de privacidad tan extensos que parecía estar vendiendo mi alma al diablo, por lo que descarté esta opción. Respecto a contratar a un contador, aunque podría ser beneficioso, la tarifa profesional resultaba ser más alta que el reembolso que podría obtener, por lo que también la descarté.
EL MANUAL
En mi experiencia con Taxman, descubrí que no era tan simple como pensaba inicialmente. Sin embargo, después de revisar varios manuales en YouTube, finalmente logré cargar mi historial de pagos en el sistema. Esto me permitió sentirme victorioso y comenzar a anticipar los 50 euros que recibiría.
No obstante, tanto en el caso del Registro de Elster como en el uso del software, rápidamente me di cuenta de que cada año hay modificaciones, lo que hace que los manuales en línea no sean totalmente confiables, aunque por suerte son bastante similares.
Personalmente, enfrenté problemas con el registro en Elster debido a los nuevos pasos implementados este año por razones de seguridad. Además, en el software, me encontré con una amplia gama de opciones de categorías para ingresos y egresos, lo que me llevó un tiempo entender al principio cuáles eran aplicables a mi situación.
LAS RECOMENDACIONES
En mi caso, solo apliqué la opción de sincronizar los datos de mis últimos pagos durante mi práctica e hice clic en “siguiente” hasta finalizar todo; sin embargo, hay algunas opciones que me llamaron mucho la atención.
Existen pagos que pueden ser deducibles de impuestos, como los relacionados con estudios de idiomas o compras relacionadas con el trabajo. Por este motivo, es necesario guardar todos los recibos de los pagos del último año para poder deducirlos. En caso de que no sea posible, lo peor que puede ocurrir es recibir una notificación avisando de que la deducción no es posible.
Por último, en mi experiencia, es mejor anotar las fechas límites y comenzar con todo el proceso al menos 2 meses antes de la fecha límite para evitar problemas. Aunque en mi caso tuve mucha suerte porque la fecha límite se extendió hasta octubre.
CONCLUSION
Al final, recibí un poco más de los 50 euros que esperaba. Creo que no existe una fórmula ganadora para el reembolso de impuestos; todo depende de cada situación. Si se trata de grandes cantidades de dinero, entonces es mejor acudir a un contador, pero si no contamos con muchos ingresos y queremos ahorrar algo, en mi opinión, recomendaría utilizar un software o una aplicación, dependiendo de los costos o la facilidad que representen para cada persona. Finalmente, el primer paso es revisar los detalles en la página oficial de ELSTER.
Soy un Expat peruano en Alemania viviendo su leyenda personal. Ingeniero de sistemas de profesión y con pasatiempos interesantes como bloguero, cocinero, fotógrafo y DJ, dejando un pedacito de mi esencia en cada proyecto que emprendo.
Qué buena “decisión” 😉
Ups, se me escapó, gracias por avisar Andrés y también gracias por pasar a comentar, te mando un saludo desde Rosenheim