Anécdotas en los aeropuertos

En mi vida he tenido muchas anécdotas, algunas de las cuales me han hecho compararlas con las de Mr. Bean. Por eso, aquí hay una lista de anécdotas relacionadas con los Aeropuertos

 

Jugando con los perros antidroga:

La primera vez que viajé fue de Lima a Miami con una escala en Nicaragua. Estaba tan nervioso que la seguridad del aeropuerto de Lima me detuvo para preguntarme lo que iba a hacer en EEUU, pero felizmente entendieron que solo era mi nerviosismo de novato.

Durante el viaje, me tranquilicé y llegué a Nicaragua casi a las 10 pm, donde debía esperar unas 2 o 3 horas para tomar el siguiente vuelo a Miami. Estaba muy aburrido hasta que aparecieron unos perros uniformados que parecían muy mansos, así que empecé a acariciar a uno.
Luego de unos minutos, los de seguridad llegaron y me pidieron que les mostrara mi equipaje. Después de algunas preguntas, se dieron cuenta de que era inofensivo y me dejaron libre. ¡Dios, cuanto estrés!

 

Viaje a Alemania con look de Narco

La segunda vez que viajé fue de Lima a Berlín con escalas en Brasilia y Frankfurt. Mi madre, siempre creyente de sus cábalas, me recomendó viajar con limones en los bolsillos para “ahuyentar” a los ladrones. Por otro lado, decidí viajar con la ropa más nueva que tenía, que consistía en una casaca de cuero, jeans, zapatos de cuero y un peinado tipo militar. Al llegar a Brasil se advirtió en los altavoces que era ilegal llevar frutas procedentes de otros países y semillas. Así que, al escuchar ese mensaje, decidí tirar los limones en el baño. Sin embargo, no había papeleras, así que no me quedó otra que tirarlos por el inodoro. Los limones hicieron que el inodoro se tapara, pero salí librado por suerte.

Al llegar a Frankfurt, no tenía idea de que mi apariencia daba la impresión de ser un “narco”. Ni bien había dado unos 15 pasos, un policía encubierto me detuvo durante casi 30 minutos preguntándome qué iba a hacer, dónde me iba a quedar y cuánto dinero tenía. Afortunadamente, tenía todos los documentos para comprobarlo, pero, de todos modos, me hicieron esperar. Por eso, perdí mi conexión a Berlín.

Recuerdo que no tenía más de 100 euros en efectivo y que no tenía tarjeta de crédito, así que empecé a recorrer los puestos para conectarme a Berlín, pero siempre obtuve la misma respuesta: comprar un nuevo boleto de avión. Pensé que aquel día tendría que dormir en el aeropuerto, por suerte viajé a Berlín con un boleto que me obsequió una agencia de forma inesperada, pero debido a problemas con la maleta, no la volví a ver hasta pasado un mes.

Después de esta experiencia, me aventuré a Italia, pero felizmente, nunca más tuve vivencias similares. Estas historias me hacen reír ahora, aunque en aquel momento me ponían la piel de gallina.

2 comentarios en “Anécdotas en los aeropuertos”

  1. Estas anécdotas, están emocionantes y también de nervios, me gustó mucho, te felicito que nos compartas tus experiencias, así tomaremos mucho en cuenta.
    Saludos

    1. Hola, gracias por dejar tu comentario y agradezco que valores el contenido que hago, trataré de escribir más en cuanto tenga más tiempo.

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