Pasando la Navidad solo y en el extranjero

Estoy de acuerdo con muchos en que diciembre puede ser el mes más desafiante cuando estás lejos de casa, especialmente durante la Navidad. En este artículo, compartiré mis experiencias navideñas lejos de casa, lo difícil que fue inicialmente y cómo logré cambiar esa situación.

NAVIDAD EN LA DISCO

Mi primera Navidad fuera de casa resultó ser una experiencia afortunada, ya que la pasé en Estados Unidos. Recuerdo haber llegado el 24 de diciembre con la expectativa de conocer a mis compañeros de piso, quienes también eran latinos. Tenía la idea de que pasaríamos una Nochebuena juntos, quizás compartiendo una cena sencilla pero unidos por el sentimiento navideño.

Sin embargo, todo resultó ser completamente diferente a lo que había imaginado. Aquella tarde, me sirvieron un plato de arroz con huevo frito y, apenas terminé, me dijeron: “Prepárate, esta noche saldremos de fiesta”. Al principio pensé que era una broma, pero poco a poco me di cuenta de que todos se estaban alistando de verdad.

Fue entonces cuando descubrí que, en Estados Unidos, al menos en Florida, la Navidad también se celebra saliendo de fiesta, y las discotecas estaban repletas esa noche. Presencié y viví experiencias que ni siquiera me atrevo a mencionar en mi blog. Además, conocí a Fernando, alguien que me enseñó lecciones de vida que aún aplico hoy en día de alguna manera.

SOLO Y MELANCÓLICO

Mi segunda Navidad lejos de casa la pasé en Alemania. Aquella noche, pensé en replicar la fórmula exitosa que había tenido en Estados Unidos. Me preparé comprando pollo asado y papas fritas en el mercado navideño, junto con una botella de vino para mi cena navideña. También hablé por teléfono con mi familia antes de la Navidad.

Al principio me sentí bien, pero poco a poco todo se volvió extraño. La cena no tenía el mismo sabor que las comidas familiares, y cenar solo en Navidad no generaba precisamente alegría. Incluso un brindis deseándome feliz Navidad no mejoró mi ánimo en absoluto. Aun así, la idea de ir a una fiesta navideña me daba esperanzas de tener una bonita Nochebuena.

Pero al llegar a la fiesta, me encontré con que estaba medio vacía y nadie estaba bailando. Todos estaban conversando o simplemente bebiendo sin socializar, ya que las fiestas navideñas en Alemania suelen ser más familiares. Además, vivir en una ciudad pequeña como Magdeburg limitaba las opciones y terminé regresando a casa antes de la medianoche. Esa noche, decidí ir a la cama temprano, viendo caricaturas y deseando dormir lo más rápido posible.

A PRUEBA DE ERRORES

Después de una experiencia navideña melancólica, juré no permitirme otra celebración deprimente. Invité a casa a amigos que, al igual que yo, estaban solos en estas festividades y me dispuse a preparar una cena navideña con un pollo al horno que conseguí por 5 euros, acompañado de papas con mi aderezo especial.

Durante la cena, Alfonso, uno de los invitados, presumió que había cancelado una cita con una chica para unirse a nosotros. Le insistimos en que debía asistir y que luego podía unirse si algo no había salido bien. Finalmente, regresó a mitad de la cena para contarnos los detalles de su cita fallida, mientras devoraba una pierna de pollo y nosotros nos divertíamos con las anécdotas de su cita navideña.

Terminamos escuchando música de todo tipo, excepto la navideña, mientras conversábamos animadamente, jugábamos UNO y compartíamos nuestros sueños, aspiraciones, así como nuestras experiencias de amor y desamor como extranjeros o simplemente como ciudadanos del mundo. Todo esto duró hasta casi las 3 de la mañana, acompañado de varias botellas de cerveza. Esa noche me fui a la cama con una gran sonrisa dibujada en el rostro.

NAVIDAD ALEMANA

En una ocasión, tuve la fortuna de ser invitado por una pareja de amigos, uno de los cuales tenía raíces alemanas. Fue la primera vez que participé en la tradición de asistir a Misa, algo que no hacía desde hace mucho tiempo, antes de la Nochebuena, además de dar un paseo por el bosque con mis amigos.

La cena navideña fue sencilla pero sumamente acogedora. Repasamos fotos del pasado y disfrutamos de conversaciones sobre diversos temas. Esa noche me fui a dormir antes de la medianoche, pero con una sensación de felicidad y satisfacción que me acompañó hasta la cama.

A la mañana siguiente, fui invitado a un restaurante para conocer al resto de la familia, la cual resultó ser numerosa. Al parecer, en el Este de Alemania, la reunión familiar tradicionalmente tiene lugar el 25 de diciembre. Terminamos el encuentro paseando por la ciudad y compartiendo una taza de vino caliente. Fue un cierre encantador para las festividades navideñas.

Mis Futuras Navidades

A pesar de haber tenido la fortuna de regresar a casa y disfrutar de navidades familiares, en ocasiones me ha tocado vivir estas festividades lejos de mi familia. No obstante, he creado mi propia tradición navideña. Consiste en preparar algo especial, como un pollo o pavo al horno, dependiendo del presupuesto, o explorar nuevas recetas como el Raclette.

Otra costumbre que adopté de mi estancia en Alemania es asistir a representaciones teatrales de aficionados, a menudo realizadas en iglesias. Esto me recuerda mucho a las presentaciones que solíamos hacer en la escuela. Luego, dar un paseo por la ciudad mientras escucho alguna canción inspiradora antes de empezar con la cena navideña.

En cuanto a con quién pasar la Navidad, afortunadamente siempre he estado rodeado de buenos amigos, a quienes considero parte de mi familia. Sin embargo, si me encontrara solo, no dudaría en dirigirme a Berlín o alguna ciudad acogedora que ofrezca eventos navideños para bailar. Si el presupuesto o el clima lo impidieran, optaría por un maratón de “Home Alone”. Después de todo, también he aprendido a disfrutar mi tiempo en solitario en esta vida.

Conclusión

Si has llegado hasta aquí, es posible que te encuentres en una situación similar a la mía o, tal vez, simplemente eres impaciente para leer. Sea cual sea el motivo, espero haberte inspirado para preparar algo especial esta Navidad, ya sea en compañía de tus amigos o incluso solo para ti. Mi deseo sincero es que tengas una Navidad maravillosa.

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2 comentarios en “Pasando la Navidad solo y en el extranjero”

  1. Me he sentido muy identificada con tu post. Yo vivo desde hace 16 años en Viena y suelo pasar la Navidad en Barcelona con mi familia. Este año por eso me toca trabajar, así que pasaré la Navidad rodeada de mis compañeros de trabajo y con mis vecinos que son maravillosos. Feliz Navidad!

    1. Hola Priscila =),

      Muchas gracias por dejar tu comentario, pienso que tienes mucha suerte de tener a tu familia más cerca, aún asi la navidad con amigos es bonito y divertido, espero que pases una bonita navidad también, yo esta navidad haré Pavo para mi grupo de amigos que son como mi familia también,

      saludos

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